Descubrir y aprender por San Sebastián

El itinerario empieza en el mercado de La Bretxa.  Entramos en un edificio de finales del siglo XIX y que recibe ese nombre porque fue uno de los puntos de entrada a través del  que los soldados ingleses y portugueses tomaron la ciudad el 31 de agosto de 1831.
Ya dentro, somos testigos del día a día de la ciudad: gentes  que entran y salen de las tiendas o ven, preguntan y compran productos regionales en el mercado.

Después de esta experiencia, continuamos por la calle San Juan y al fondo, a la izquierda, majestuoso,  combinando historia con modernidad, está el museo más antiguo del País Vasco: el museo San Telmo. Este centro expone y acerca a sus visitantes al pasado cultural e histórico de la sociedad vasca. Este original edificio, antiguo convento de los padres dominicos construido en el siglo XVI y que ha evolucionado con el paso de los tiempos, guarda entre sus paredes fondos y testimonios de este pueblo a través de los que aprender y entender un poco más las características de esta sociedad. Si todavía no has tenido oportunidad de visitarlo en persona, puedes calmar tu curiosidad y recorrer sus espacios en poco más de 3 minutos, pincha aquí:

 Y una guía, con explicaciones en español, recorre y muestra el edificio y sus tesoros.

Salimos del museo y nos situamos en la última calle de la vieja San Sebastián: la calle 31 de agosto. Situada entre las dos iglesias más antiguas de la ciudad,  la Iglesia de San Vicente y la Basílica de Santa María del Coro, esta calle sufrió el 31 de agosto de 1813 su mayor pesadilla:  durante la Guerra de la Independencia, el ejército francés tomó la ciudad de San  Sebastián. El ejército español se unió a las tropas anglo-portuguesas para expulsar a los ejércitos franceses pero, tras conseguirlo, estas  tropas incendiaron y saquearon la ciudad. Solamente resistió esta calle.

Todos los 31 de agosto, a las 21:30, los donostiarras recuerdan este capítulo de la historia y a sus víctimas inocentes. Apagan las luces de la calle y encienden velas.

https://www.eitb.eus/es/pueblos-ciudades/donostia-sansebastian/detalle/5049752/san-sebastian-conmemora-incendio-1813-31-agosto-2017/

Calle abajo y en un lateral derecho encontramos una pequeña plaza.  Desde allí viene a nuestro encuentro una  mujer con un cesto de ladrillos. No la conocemos, hasta ahora, porque si nos acercamos a ella, vemos que es un homenaje, hecho escultura, a las personas que reconstruyeron la ciudad.

Nos despedimos de la mujer donostiarra y continuamos nuestra ruta. Es buen momento para entrar en alguno de los bares que encontramos a lo largo de la calle y probar los famosos pintxos. Fin de la calle 31 de agosto y fin del descanso. Entramos en la calle Virgen del Coro y de allí a la calle Mari. Ya con fuerzas renovadas, vamos hasta el Mirador del Puerto, desde donde podemos admirar una vista de la San Sebastián portuaria y pesquera. Párate unos minutos y disfruta.

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